Origen de la filosofía occidental

En el siglo VI a.C., en la antigua Grecia, se dieron una serie de circunstancias sociales y culturales con las que surgen los primeros filósofos, buscando un principio fundamental que explicara el universo y racionalizando la concepción religiosa que estaba implícita en los mitos.
La filosofía griega comenzó en las colonias griegas de Asia Menor. Ciudades como Mileto, Éfeso, Clazómenas, Halicarnaso fueron especialmente acogedoras para estos pensadores y sus nuevas formas de ver el mundo y los seres humanos. En su mayoría eran puertos importantes con una gran mezcla de gente de muchas procedencias, donde a la par que se intercambiaban mercancías también ideas. Estas ciudades eran un símbolo de libertad procedente de su cercanía al mar, y sus costas eran una continua incitación al movimiento y la aventura. Esta frontera entre el mar y la tierra estaría en su máximo apogeo en torno al 600 a.C. Poco antes habían conocido los griegos el abecedario, lo que les permitió conservar por escrito sus leyendas y pensamientos.
Según decían, la palabra escrita duraría mucho más que la palabra hablada, pues esta se consumiría en el mismo instante en el son pronunciadas.
En esta misma época comenzaron a acuñarse las primeras monedas, que representaba una forma más de liberación. La moneda no servía concretamente para nada pero significaba la posibilidad de transformarse en muchas otras cosas cuando los hombres comienzan a darle valor.
La economía, las nuevas estructuras de la sociedad, los viajes, las relaciones comerciales y culturales con otros pueblos, cimentaron las bases de una auténtica revolución intelectual.


  Los primeros filósofos
La filosofía es la actitud de preguntarse por los fundamentos del mundo y de intentar explicar la realidad a través de la búsqueda de razones. Ésta no es una actitud innata del ser humano, se considera una tradición histórica que tuvo sus comienzos en la antigua Grecia.

Los primeros filósofos surgieron en el siglo VI a.C. en Mileto, ciudad comercial de la costa jonia, donde tuvieron lugar diferentes causas: una ciudad ordenada e innovadora, cruce de muchas influencias culturales, el afán crítico de los jonios, además de la importancia que tenían los técnicos y comerciantes influyó en la estimulación de la filosofía.

Estos pensadores comenzaron por buscar el principio fundamental del universo, ese principio unitario que daba lugar a la pluralidad aparente y cambiante de las cosas, el fundamento último de todo. Tales de Mileto, considerado "Padre de la filosofía" es el primer filosofo que considero el agua como ese fundamento último. Le sigue Anaxímenes, considerando al aire como tal y Anaximandro con el infinito.
A partir de estos tres primeros pensadores, se le da más importancia a la pregunta planteada que a la respuesta concreta. Se busca un principio estable y único bajo el devenir, el cambio constante de la realidad aparente, planteándose así una interpretación del mundo mediante la razón y el razonamiento, viéndose así la verdad como algo que el hombre tiene que descubrir reflexionando e investigando. Así, se produjo el abandono del mito por el cual anteriormente se explicaba prácticamente todo.